CUENCA, 22 Nov.

En un evento significativo celebrado en la Facultad de Ciencias Sociales de Cuenca, la atención se centra en la imperiosa necesidad de revisar aspectos fundamentales como el derecho a la intimidad y a la propia imagen. La figura de Taylor Swift se convirtió en el eje sobre el cual se analizan las implicaciones legales que surgen al ser una personalidad de renombre mundial.

El abogado y profesor de Derecho, Fernando Garrido Polonio, fue el encargado de liderar esta sesión, argumentando que la legislación vigente sobre el derecho a la propia imagen se encuentra "bastante obsoleta y precisa una renovación absoluta". Desde su perspectiva, es crucial establecer un nuevo enfoque que responda a los desafíos planteados por la era digital.

Garrido enfatizó que estos derechos, considerados fundamentales para la personalidad, están siendo vulnerados de manera constante. Para él, es imperativo cambiar el paradigma legal, ya que "la dignidad de las personas es una de las cuestiones que más ataques sufre en la actualidad".

En su análisis, el abogado también se refirió a los retos que presentan las imágenes digitales y las grabaciones consentidas, los cuales están intrínsecamente relacionados con los derechos a la intimidad y al honor. "La violación de uno de estos derechos casi siempre resulta en la invasión de los demás", advirtió Garrido.

Asimismo, el impacto de la inteligencia artificial, que permite la alteración de imágenes y voces, ha introducido complicaciones adicionales, facilitando la creación de noticias falsas y otras formas de desinformación. "Los legisladores deben entender que no solo se debe regular entorno a las figuras famosas, sino que cualquier fotografía tomada con un móvil puede ser divulgada instantáneamente, sin que muchas veces seamos conscientes de que estamos violando los derechos de otros", remarcó Garrido.

En cuanto a los dilemas sobre la publicación de imágenes de figuras públicas, el abogado reconoció la complejidad de trazar límites claros. "Hay que distinguir entre alguien que es famoso y alguien que es popular, ya que son conceptos diferentes. No obstante, incluso estas personas tienen derecho a la intimidad, a la propia imagen y al honor, independientemente de su fama", aclaró.

Garrido, quien se autodenomina un defensor "radical" del derecho a la intimidad, hizo una comparación entre los derechos de un juez y los de una celebridad. "Parece que hay una mayor sensibilidad hacia los derechos de los funcionarios públicos que hacia los derechos de los llamados famosos, cuando en realidad ambos deben ser tratados con la misma consideración", argumentó. "La utilización comercial de su imagen no justifica la invasión de sus derechos", concluyó.

La segunda ponente del evento, la abogada Blanca Villesma, especialista en Derecho Penal y Penitenciario, compartió su experiencia en la defensa de Olvido Hormigos, quien alcanzó notoriedad pública en 2012 tras la divulgación de un video íntimo. Villesma participó en la reforma de estos derechos en 2015 y testificó sobre cómo la fama de un cliente puede sobrepasar a un abogado, manifestando que Hormigos "se hizo famosa en cuestión de horas gracias al papel de las redes sociales, recibiendo cartas de todas partes del mundo".

Por su parte, la abogada coincidió con Garrido en que "el derecho a la intimidad es un derecho constitucional que debe ser respetado, independientemente de la fama de la persona, y aún queda mucho camino por recorrer".

La jornada también abordó una variedad de temas, incluyendo la polémica cláusula 'AntiTaylor' que imponen las discográficas, el impacto ambiental de los desplazamientos en jet privado de la artista, y su notable capacidad de influir en los jóvenes, llegando incluso a motivarlos para que se registren y participen en elecciones.

Organizada por las profesoras María Pilar Molero, María Nieves Pacheco y Lorena Sales, esta jornada forma parte de un ambicioso proyecto de investigación que busca promover la enseñanza interdisciplinaria en el ámbito del derecho, utilizando casos mediáticos que despiertan un particular interés en los jóvenes. Molero explicó que "nuestra primera jornada se centró en la canción de Shakira con Bizarrap, la segunda en Ana Obregón y la gestación por sustitución, y ahora elegimos a Taylor Swift como parte de este innovador enfoque docente que integra el mundo del espectáculo en la enseñanza".