CUENCA, 4 de diciembre.
La Policía Nacional ha llevado a cabo una operación significativa en Cuenca, desarticulando una notable organización criminal involucrada en la explotación sexual de mujeres y el tráfico de drogas. Esta acción es el resultado de una exhaustiva investigación que se inició gracias a la valentía de una víctima que decidió alertar sobre su situación a través de un correo electrónico anónimo dirigido a [email protected].
En respuesta a la denuncia de la mujer, las autoridades contactaron con ella y le proporcionaron estatus de testigo protegido. Esto permitió la activación de un riguroso dispositivo de vigilancia en torno al club donde se sospechaba que se estaba llevando a cabo esta explotación sexual, según se informa desde la Policía.
Las indagaciones revelaron que la organización delictiva estaba compuesta por un grupo liderado por dos mujeres, quienes reclutaban a sus víctimas en diversos contextos para luego trasladarlas a Cuenca, donde eran forzadas a ejercer la prostitución en el club. Además de ofrecer servicios sexuales, el local también era un punto de venta de cocaína, al que acudían no solo los clientes de las trabajadoras, sino también otros consumidores en busca de droga.
Los abusos cometidos por esta trama criminal eran flagrantes, ya que mantenían un control férreo sobre las trabajadoras, aprovechando su situación de vulnerabilidad. Entre las víctimas se encontraban mujeres extranjeras en situación irregular, algunas luchaban contra adicciones y otras carecían de cualquier arraigo social en el territorio nacional.
Las líderes de la organización presionaban constantemente a las trabajadoras para que los clientes consumieran más, a la par que mitigaban cualquier asistencia médica o descanso a las que se encontraban enfermas, todo con el objetivo de no mermar sus ingresos.
El control de la organización no se limitaba solo al club; también se encargaban de alojar a las víctimas en la misma ciudad y de transportarlas hasta su lugar de trabajo, prohibiéndoles el contacto con personas ajenas al grupo criminal, lo que complicaba aún más su situación.
Dada la gravedad de los hechos, los investigadores informaron a la Fiscalía de Extranjeros y solicitaron al Juzgado de Instrucción número 1 de Cuenca la emisión de órdenes de entrada y registro para acceder a los dos locales utilizados por la organización y al domicilio de las líderes del mismo.
Simultáneamente a la realización de los registros, agentes en la lucha contra la trata de seres humanos se dedicaron a entrevistar a las trabajadoras para evaluar su situación personal, buscando entender mejor las complejidades a las que se enfrentaban.
Durante estos registros, las autoridades incautaron una considerable cantidad de documentos, más de 33 gramos de cocaína y un total de 25.920 euros en efectivo. Como resultado de la operación, se clausuró el club de alterne, y las responsables fueron detenidas y trasladadas a las Dependencias de la Comisaría Provincial de Cuenca, donde se elaboró el correspondiente atestado policial, seguido de su puesta a disposición judicial.
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