En el día de hoy, la consejera de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha, Mercedes Gómez, ha expresado su preocupación ante la aparente cifra de más de 1.000 hectómetros cúbicos de agua almacenados en los embalses de Entrepeñas y Buendía, describiéndolo como un "espejismo". En su opinión, este es el momento adecuado para modificar las reglas de explotación del controversial Trasvase Tajo-Segura.

Durante una rueda de prensa celebrada hoy para informar sobre la reunión del Consejo Nacional del Agua realizada ayer, Gómez ha criticado a las comunidades autónomas receptoras del trasvase por no querer modificar las reglas actuales, ya que de esta forma garantizan un volumen mensual de trasvase de 27 hectómetros cúbicos. A su parecer, estas reglas deberían tener en cuenta todos los usos necesarios de la cuenca cedente, un aspecto que considera no se está teniendo en cuenta.

"Siempre hemos defendido que las reglas deben equilibrar los usos de la cuenca cedente, algo que se está ignorando", señaló la consejera. Además, volvió a criticar la falta de colaboración de la Comunidad Valenciana, destacando que les molestó que no presentaran informes técnicos sobre la modificación de las reglas del Trasvase dentro del plazo establecido por el Ministerio para la Transición Ecológica.

Gómez también hizo hincapié en la importancia de permitir que el río recupere su estado natural y pueda mantener los caudales ecológicos necesarios. Destacó que, según las previsiones, los caudales en diversas zonas de la región deben aumentar significativamente en los próximos años para garantizar la salud del río y su entorno.

En referencia a las propuestas técnicas presentadas por Castilla-La Mancha al Ministerio, Gómez explicó que se centran en la definición de los excedentes y los embalses de referencia, aspectos fundamentales para establecer nuevas reglas de explotación. Sin embargo, no reveló detalles concretos ya que aún se esperan informes adicionales sobre la situación actual.

En resumen, Gómez concluyó que es necesario cambiar las reglas de explotación para cumplir con las sentencias que exigen la aplicación de los caudales ecológicos. A su parecer, las reglas actuales no son sostenibles a largo plazo y es crucial redefinirlas para garantizar la salud ambiental y el equilibrio en la cuenca.