El pasado 2 de octubre, la Patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Paprona), perteneciente a la Guardia Civil de Hellín, llevó a cabo la investigación de un vecino de una pedanía hellinera por su presunta implicación en un delito de maltrato animal.

Según información proporcionada por la Guardia Civil a través de un comunicado oficial, los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Hellín se percataron, a través de diversas plataformas en línea, de la presencia de un perro gravemente herido dentro de un saco en un contenedor de basuras en la pedanía de Mingogil-Hellín.

Tras analizar detenidamente las imágenes y vídeos publicados en redes sociales, se confirmó que el animal presentaba heridas graves en la cabeza y una fractura en una de sus extremidades.

Los gritos del animal alertaron a una transeúnte que, al descubrir su estado, contactó con la protectora de animales hellinera 'Refugio de Sori', la cual se hizo cargo del can en primera instancia.

Debido a la gravedad de las lesiones sufridas, el perro fue trasladado de urgencia a una clínica veterinaria en Hellín. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos médicos realizados en la fundación de rescate de animales 'Fundación Animal Rescue' en la Comunidad de Madrid, el animal no pudo sobrevivir.

Ante estos hechos, los agentes del Seprona de Hellín colaboraron con las entidades implicadas para esclarecer el suceso, solicitando la realización de una necropsia por parte de la fundación con el fin de confirmar un posible caso de maltrato animal.

Tras recibir los resultados de la necropsia, se verificó que el perro fallecido, un Yorkshire Biewer de 17 años llamado TOBI, pertenecía a un vecino de la pedanía de Hellín. Este individuo admitió ante las autoridades haber atropellado accidentalmente al animal en su propiedad, pero en lugar de proporcionarle atención veterinaria, lo introdujo en un saco y lo arrojó a un contenedor de basura, causando su muerte.

Gracias a la cooperación de la comunidad, se logró esclarecer este acto criminal que conmocionó a la comarca hellinera, debido a la crudeza de las imágenes y vídeos que circularon en redes sociales en su momento.

Las acciones llevadas a cabo por la Paprona de Hellín en relación con el delito de maltrato animal han sido remitidas al Juzgado de Instrucción número tres de Hellín para su correspondiente seguimiento y resolución.