El famoso humorista Javier Cansado ha dado inicio a las festividades de San Julián con un entretenido pregón lleno de elementos surrealistas, que tuvo lugar en el Auditorio de Cuenca debido a la lluvia que cayó en la ciudad conquense este viernes por la tarde.

En su discurso, Cansado ha comparado las distintas etapas de su relación con Cuenca con los estilos pictóricos que caracterizaban a Picasso. Desde una infancia en la que describió la ciudad como una aventura tras otra, hasta su regreso más reciente en el que se encontró con una Cuenca renovada y hermosa.

Recordando sus años de niñez, el pregonero ha compartido anécdotas como las exageraciones que contaba sobre nadar con pirañas en el río Júcar, o la tradición de ir al hotel Alfonso VIII para ver a los artistas y toreros durante las fiestas de San Julián.

Después de años sin visitar Cuenca debido a su carrera artística, Javier Cansado regresó hace una década y quedó impresionado por la transformación de la ciudad. Desde entonces, ha establecido rituales como desayunar churros y subir al Cerro Socorro durante sus estancias allí, aunque confiesa que a veces ha fallado en cumplirlos.

Para culminar su pregón, el humorista reveló una nueva etapa en su relación con Cuenca: la cubista. Una experiencia surrealista que involucró una conversación con un águila que hablaba en subjuntivo durante un paseo en bicicleta por Palomera, que terminó con un consejo divertido a los habitantes de Cuenca.