En este 11 de marzo, que se cumplen 20 años de los trágicos atentados de Madrid, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado la importancia de brindar un apoyo continuo a las víctimas y a sus seres queridos, como medida crucial para prevenir que eventos como los ocurridos en esos trenes se repitan.

Emiliano García-Page ha hecho estas declaraciones desde Galápagos, donde inauguró una escuela infantil, conectando la relevancia de la educación con los difíciles momentos que atravesó el país a raíz de dichos ataques, que dejaron un saldo de 192 fallecidos y cerca de 2.000 heridos.

El presidente regional destacó la importancia de recordar a las víctimas y no considerar los actos de homenaje como simples formalidades, sino como una manera de educar a las generaciones futuras sobre lo sucedido. Según García-Page, mantener viva la memoria de las tragedias pasadas es clave para evitar su repetición.

En este sentido, García-Page aseguró que España ha aprendido lecciones importantes desde aquel fatídico 2004, lo que ha contribuido a fortalecer la resiliencia del país. Aunque reconoció que quizás no se han asimilado todas las lecciones necesarias, subrayó la importancia de mantenerse firmes en los valores democráticos.

Desde Guadalajara, el presidente de Castilla-La Mancha resaltó la prosperidad relativa de la España actual en comparación con otras partes del mundo, lo que hace que las nuevas generaciones no tengan que enfrentar las mismas experiencias que vivieron hace dos décadas en un día como hoy.

García-Page recordó el impacto directo que tuvo en Castilla-La Mancha la cercanía de la región con Madrid, epicentro de los atentados. Muchos habitantes de la zona se vieron afectados por los ataques, ya que solían desplazarse a la capital para trabajar o estudiar.

El presidente regional advirtió sobre la amenaza que representan el radicalismo, el populismo y el extremismo en la sociedad actual, instando a las nuevas generaciones a confiar en la democracia como la vía para lograr sus objetivos sin recurrir a la intolerancia.

García-Page enfatizó que la democracia, la Constitución y las instituciones son los pilares que han guiado a España durante casi medio siglo de democracia, destacando que el progreso del país ha sido el resultado del compromiso y la participación activa de la sociedad.