ALBACETE, 31 de marzo.

La magistrada María Pilar Astray Chacón ha asumido oficialmente su puesto como presidenta del Tribunal de Justicia de Castilla-La Mancha, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar este cargo en la historia de la región. La ceremonia se llevó a cabo en el Palacio de Justicia de Albacete, con la asistencia de figuras destacadas, incluyendo a la Presidenta del Tribunal Supremo, María Isabel Perelló, así como miembros del Consejo General del Poder Judicial y otros representantes institucionales.

Durante su intervención, Astray, acompañada de Vicente Rouco, quien presidió el Tribunal Superior de Justicia antes que ella, subrayó la importancia del papel que desempeñan las mujeres en el ámbito judicial. Afirmó que su nombramiento simboliza no solo un avance personal, sino un reflejo de la creciente normalización de la mujer en la carrera judicial, donde más del 70% de las recientes incorporaciones al cuerpo judicial han sido féminas.

Astray se comprometió a ejercer su nuevo cargo "con voluntad y devoción", resaltando la necesidad de fomentar la escucha y la cooperación entre los diversos cuerpos profesionales. Su objetivo principal será adaptar de manera eficaz la nueva estructura de los Tribunales de Instancia, cuya implementación está prevista para el 1 de julio de 2025, conforme a la última legislación.

La presidenta destacó que el número de jueces por habitante en Castilla-La Mancha es considerablemente bajo. Aunque la región presenta una menor litigiosidad, existen particularidades, como su geografía extensa y la dispersión de los partidos judiciales, que contribuyen a la congestión en el sistema judicial.

A pesar de que los datos ofrecidos por el Consejo General del Poder Judicial indican un aumento del 25,9% en la resolución de casos en Castilla-La Mancha, cifra que supera el promedio nacional del 13,2%, la presidenta advirtió que esta mejora no mitiga el problema de sobrecarga, que sigue creciendo con el incremento de los asuntos.

En su discurso, la magistrada expresó la necesidad de que los ciudadanos de Castilla-La Mancha dispongan de un sistema judicial de calidad que aborde sus preocupaciones en plazos razonables, haciendo especial hincapié en la atención a los colectivos más vulnerables, como las víctimas de violencia de género y de otros tipos de violencia.

Para afrontar esta situación, Astray solicitó la incorporación de más jueces, señalando que al menos 40 nuevos magistrados son necesarios para aliviar la congestión actual. No obstante, la presidenta se conformaría con que se cubriera al menos la mitad de esta cifra. También, abogó por la creación de una sección especializada en Violencia de Género en Ciudad Real, aprovechando la reestructuración que se implementará para disminuir la carga de trabajo en los órganos judiciales mixtos, y valoró positivamente el anuncio del secretario de Estado sobre la creación de plazas exclusivas en Toledo y Guadalajara.

Además, hizo hincapié en la necesidad de mejorar las instalaciones del juzgado de Illescas, en Toledo, reclamando una inversión urgente debido a sus cinco sedes dispersas, algunas de las cuales carecen de salas de vistas y otras se encuentran en condiciones deplorables.

Entre los avances en la modernización del sistema judicial, Astray mencionó el expediente judicial electrónico lanzado en septiembre de 2015, así como los numerosos proyectos piloto en desarrollo en la región. Afirmó que aún queda trabajo por hacer y que se debe seguir invirtiendo en la digitalización para optimizar el servicio jurisdiccional.

María Pilar Astray Chacón, originaria de Santiago de Compostela y nacida en 1962, ha ejercido como magistrada en la Audiencia Provincial de Ciudad Real desde 2002. Su trayectoria ha sido reconocida recientemente con el premio de "Empoderamiento y Liderazgo" concedido por el Ayuntamiento de Ciudad Real, destacando su labor judicial y su participación como escritora en el Grupo Literario Guadiana.