En un reciente comentario sobre el controvertido caso del empresario Víctor de Aldama, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado que el PSOE debería ser percibido como un partido que actúa en beneficio de los ciudadanos más vulnerables. Según sus declaraciones, cualquier desviación de esa misión fundamental debería ser motivo de preocupación.

Durante una rueda de prensa en Ciudad Real, el líder regional hizo énfasis en que los intentos de corrupción surgen cuando se acercan a aquellos que son susceptibles a ser corrompidos. Al responder a rumores que comparan a Aldama con el conocido 'pequeño Nicolás', García-Page defendió que su administración tuvo la integridad de rechazar un contrato de mascarillas que se intentó introducir a través del aeropuerto de Ciudad Real, señalando que su desconfianza fue la razón principal para la negativa.

García-Page agregó que su experiencia enclenque con los personajes implicados en el escándalo le ha permitido mantenerse al margen de las redes de corrupción. Según sus propias palabras, él no se ha relacionado positivamente con muchos de ellos, lo que lo ha protegido de verse involucrado en sus problemáticas.

Ante las insinuaciones de Aldama sobre la supuesta complicidad de Pedro Sánchez en la trama, García-Page remarcó que tanto este caso como otros similares serán finalmente tratados en el ámbito judicial. Aclaró que, más allá de las suposiciones y las estrategias de defensa que puedan surgir, es fundamental que los tribunales establezcan los hechos antes de que se tomen decisiones sobre culpabilidades o inocencias.

Sobre la urgencia por esclarecer la situación, el presidente afirmó que es comprensible el deseo de la ciudadanía por conocer los resultados, pero aconsejó cautela, sugiriendo que lo más razonable es esperar a que se resuelvan los procedimientos judiciales para evitar un "circo infinito" de acusaciones y defensas contradictorias.

Asimismo, García-Page reflexionó sobre el impacto que dichos escándalos pueden acarrear al PSOE, advirtiendo que las alegaciones de corrupción manchan no solo al partido, sino que también afectan a las bases de la democracia. Considera que la esencia del PSOE radica en su compromiso con los ciudadanos, especialmente con aquellos que son más necesitados, y cualquier desviación de estos principios debería ser motivo de alarma para todos los miembros de la formación.

Finalmente, el presidente concluyó su intervención reconociendo que tanto los líderes del partido como aquellas secciones que se vean afectadas tendrán la oportunidad de defenderse ante las acusaciones. No obstante, su mayor deseo en esta encrucijada es que, tras los procesos judiciales, los únicos responsables que enfrenten consecuencias sean aquellos genuinamente involucrados en actividades delictivas.