Sescam deberá indemnizar con 200.000 euros a los padres de una bebé fallecida por diagnóstico tardío de bronquiolitis.

TOLEDO, 22 Abr. Una reciente decisión del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ha puesto de relieve un trágico caso que ha conmovido a la sociedad. El tribunal ha confirmado una sentencia que obliga al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha a pagar una indemnización de 200.000 euros a los padres de una bebé prematura que falleció en el Hospital de Almansa debido a complicaciones de una bronquiolitis severa. La investigación determinó que un diagnóstico más temprano podría haber cambiado la trágica trayectoria de la enfermedad.
De acuerdo con la sentencia, el tribunal señala que la pequeña recibió atención médica en tres ocasiones: primero en el centro de salud local, seguido de dos visitas al Hospital de Almansa y, finalmente, fue trasladada en una ambulancia UVI tras la preocupación de sus padres. Esas intervenciones no reflejaron un diagnóstico preciso que pudiera haber llevado a un tratamiento más efectivo.
El tribunal subraya que si se hubieran reconocido antes los síntomas asociados a la bronquiolitis, las posibilidades de haber evitado el desenlace fatal hubieran sido excepcionalmente altas, dados los bajos índices de mortalidad por esta enfermedad en neonatos. La sentencia permanece firme al afirmar que la prematuridad y los antecedentes de salud de la niña requieren una atención más rigurosa en situaciones críticas.
En el fallo se especifica que la combinación de factores como el historial de apneas, episodios de atragantamiento y rechazo de alimentación deberían haber llevado a los médicos a considerar una hospitalización o, al menos, un riguroso monitoreo de su estado. Se señala que, a pesar de la falta de un diagnóstico definitivo, hubiera sido prudente realizar pruebas diagnósticas adicionales que incluyeran análisis de sangre y radiografías.
La pequeña A.M.M. nació prematuramente el 29 de septiembre de 2018 y, tras su primera visita al centro de salud el 13 de diciembre por síntomas comunes como tos y mocos, fue diagnosticada inicialmente con nasofaringitis. Sin embargo, el diagnóstico se complicó rápidamente, y durante los días siguientes, sus condiciones empeoraron, llevando a una serie de visitas al hospital sin que se le diera la atención necesaria, hasta llegar a una consulte de emergencia el 16 de diciembre, donde su situación se volvió crítica.
Al ser trasladada al hospital, los médicos se vieron obligados a intubarla tras episodios de apnea, pero lamentablemente sufrió una parada cardiorrespiratoria, que culminó en su fallecimiento. Los padres, profundamente dolidos por el sufrimiento y la atención inadecuada que recibió su hija en un tiempo tan crucial, han visto en la justicia una forma de buscar respuestas a su tragedia.
La sentencia no sólo resalta el impacto emocional en la familia sino que también reconoce que la atención médica recibida el 13 de diciembre fue, en términos generales, adecuada. Aun así, el tribunal decidió en favor de los padres tras revisar las circunstancias y el contexto del caso.
A raíz de este proceso, que comenzó con la reclamación de los padres en 2019 después del fallecimiento de su hija, el Sescam ha sido condenado a indemnizar a los progenitores con 100.000 euros cada uno, decisión que se mantiene firme tras la inacción del servicio de salud, que no presentó un recurso ante el Tribunal Supremo dentro del plazo estipulado.
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