Crónica Castilla-La Mancha.

Crónica Castilla-La Mancha.

C-LM registra 55.756 teletrabajadores en 2024, el 6,3% de quienes aún lideran la escasa adopción del teletrabajo en España, según UGT.

C-LM registra 55.756 teletrabajadores en 2024, el 6,3% de quienes aún lideran la escasa adopción del teletrabajo en España, según UGT.

TOLEDO, 29 de marzo.

Un informe reciente del sindicato UGT revela que Castilla-La Mancha se encuentra rezagada en la implementación del teletrabajo en comparación con otras regiones de España. A pesar de las oportunidades que ofrece esta modalidad, solo un pequeño porcentaje de la población activa de la región ha podido acceder a ella.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística indican que, en 2024, 55.756 personas optaron por el teletrabajo en Castilla-La Mancha, lo que representa un modesto 6,3% del total de trabajadores. Esta cifra queda muy por debajo de la media nacional, que se sitúa en un 15,1% de los empleos, posicionando a la región en el último lugar después de Murcia y Ceuta.

Isabel Carrascosa, secretaria de Empleo, Igualdad y Políticas Sociales de UGT en Castilla-La Mancha, ha destacado tanto los beneficios como las desventajas del teletrabajo, subrayando su importancia en la protección de los derechos laborales de los trabajadores.

Según el sindicato, alrededor del 26,1% de los empleados en la región podría beneficiarse del teletrabajo, ya sea de manera total o parcial, según sus funciones. A pesar de esta potencialidad, Carrascosa indica que la cultura del teletrabajo aún no está arraigada en esta parte de España, mientras que en otros países más avanzados, más de un tercio de la fuerza laboral ya se encuentra en esta modalidad.

La secretaria de UGT puntualiza que el teletrabajo puede traer ventajas como mayor flexibilidad y la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar, además de reducir costes en desplazamientos y aumentar la productividad. Sin embargo, también advierte sobre los riesgos que conlleva, como el aislamiento social, el sedentarismo, y la dificultad de establecer horarios claros, lo que puede llevar a un incremento de las horas de trabajo.

Ante estas circunstancias, Carrascosa hace un llamado de atención sobre la falta de protocolos que garanticen una desconexión efectiva para los teletrabajadores. De acuerdo con las estimaciones del sindicato, un alarmante 70% de los empleados no tiene acceso a un entorno de teletrabajo que respete su derecho a desconectar.

La falta de regulación también es una preocupación. Carrascosa señala que solo un reducido número de convenios laborales incluye cláusulas específicas sobre teletrabajo, lo que contribuye a que muchas empresas no proporcionen las herramientas necesarias para que sus empleados puedan realizar su trabajo de manera adecuada y eficiente.