CIUDAD REAL, 4 de diciembre. La Policía Nacional ha llevado a cabo la detención de una mujer en Puertollano, Ciudad Real, acusada de ser responsable de varios delitos, entre ellos el hurto y el robo con fuerza en domicilio, tras haber conseguido un botín de 25.000 euros en joyas y 3.000 euros en efectivo a través de sus actividades delictivas.
Según el comunicado oficial de la Policía, la delincuente trabajaba como cuidadora de ancianos y, al parecer, se aprovechó de la vulnerabilidad de sus víctimas, quienes se encontraban en un estado delicado de salud y habían sufrido la reciente pérdida de sus esposos. Con una estrategia astuta, fue ganando la confianza de estas personas mayores para poder acceder a sus hogares y robar el dinero y las joyas que encontraba a su alcance.
La investigación por parte de la Policía Nacional comenzó tras la denuncia de una anciana de 80 años, quien reportó que le habían sustraído dinero en efectivo y varias piezas de joyería de su hogar. Cabe destacar que las únicas personas que tenían acceso a su vivienda eran sus familiares y la cuidadora que había sido contratada para asistirla.
A medida que los familiares de la víctima fueron recogiendo evidencias, lograron incluso presentar un video en el que se podía observar a la sospechosa investigada accediendo de manera furtiva a un cajón, del cual sacaba dinero en efectivo, lo que reforzaba las sospechas en su contra.
La mujer no se detuvo ahí; también logró hacerse con las llaves de otra propiedad perteneciente a la familia, accediendo a esta segunda vivienda para robar joyas valoradas en 3.000 euros. En total, la delincuente logró robar aproximadamente 1.500 euros en efectivo y joyas por un valor de 10.000 euros, las cuales empeñó posteriormente en un establecimiento ubicado en la misma localidad, donde los investigadores pudieron rastrear y recuperar parte de las joyas sustraídas.
La detenida había sido contratada a través de una empresa local especializada en brindar asistencia a personas de la tercera edad. Lo más inquietante es que, según los informes, utilizó el mismo método en otra anciana de 66 años, quien también se encontraba en una situación crítica, luchando contra una enfermedad degenerativa y sufriendo la misma pérdida reciente de su cónyuge.
De la segunda víctima, la mujer logró sustraer 1.500 euros en efectivo y joyas valoradas en 15.000 euros, que luego empeñó en 22 transacciones consecutivas por un total de apenas 5.170 euros, lo que ha dificultado enormemente la recuperación de las piezas robadas debido al tiempo que ha pasado desde que se llevaron a cabo estas acciones delictivas.
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