En un inquietante desarrollo en la localidad de Puertollano, Ciudad Real, la Policía Nacional ha desarticulado un grupo criminal compuesto por cinco individuos, entre ellos dos mujeres, que se dedicaban a perpetrar robos violentos bajo el influjo de drogas. Este equipo delictivo operaba con una estructura bien definida, donde cada miembro desempeñaba una función específica en su nefasto plan.

Las dos mujeres del grupo actuaban como "gancho" en distintos locales de ocio, donde captaban la atención de sus posibles víctimas. Una vez logrado esto, las persuadían para que las acompañaran a un domicilio que servía como fachada para continuar la fiesta. El traslado se realizaba en el coche de otro miembro de la organización, creando un clima de confianza que desarmaba a sus incautas presas.

Al llegar a la vivienda, las víctimas eran recibidas por el resto del grupo, quienes les ofrecían bebidas adulteradas con benzodiacepinas. Estas sustancias, conocidas por sus efectos sedantes, tenían como objetivo anular la voluntad de las víctimas, facilitando así que los delincuentes pudieran acceder a sus teléfonos móviles y a aplicaciones de banca digital.

Utilizando métodos como la huella digital o el reconocimiento facial, los delincuentes realizaban transferencias bancarias a sus propias cuentas. En total, lograron hacerse con 10.060 euros, además de varios objetos de valor, como relojes y pulseras, pertenecientes a dos de sus víctimas. La Policía ha informado que todos los detenidos cuentan con antecedentes penales por delitos contra la propiedad y enfrentan consecuencias legales por sus recientes acciones delictivas.