CIUDAD REAL, 30 de octubre. La Guardia Civil ha tomado cartas en el asunto tras descubrir a un conductor que, de manera irresponsable, aceleró su vehículo hasta alcanzar la alarmante velocidad de 230 kilómetros por hora en una autovía donde la limitación es de 120 km/h.

El exceso de velocidad fue detectado a las 8:47 horas del 27 de octubre, gracias a un control de velocidad llevado a cabo por el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Ciudad Real. El operativo se situó en el kilómetro 8 de la A-45, en dirección a Miguelturra, donde esta imprudente acción no pasó desapercibida.

Según el informe oficial del cuerpo policial, el conductor ha sido acusado de un delito contra la seguridad vial, dado que su maniobra supone una infracción grave al sobrepasar en más de 80 kilómetros la velocidad máxima autorizada en ese tramo específico de la vía.

Las acciones llevadas a cabo por la Guardia Civil han sido formalmente documentadas, y los detalles del caso serán enviados al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Guardia de Ciudad Real para los procedimientos legales pertinentes.