CUENCA, 19 de diciembre. En un regreso a la ciudad de Cuenca que no se producía desde su luna de miel hace dos décadas, los Reyes de España se encontraron con un clima lluvioso y desapacible, no obstante lo cual, esto no impidió su cálido encuentro en la Plaza Mayor con alrededor de trescientos ciudadanos conquenses. A pesar de las difíciles condiciones meteorológicas y del riguroso control de acceso instaurado por motivos de seguridad, los habitantes de la ciudad se congregaron para rendir homenaje a sus monarcas durante esta visita, la cual coincide con la inauguración del nuevo Hospital Universitario de Cuenca.

Tras realizar una visita al centro hospitalario de El Terminillo, el Rey Felipe VI y la Reina Letizia se dirigieron al Ayuntamiento de Cuenca para saludar a la Corporación Municipal. En un gesto de cortesía, los Reyes firmaron en el Libro de Honores, donde expresaron su satisfacción por el motivo de su visita, subrayando que la inauguración de este nuevo hospital representa un “hito para la ciudad, para Castilla-La Mancha y para España”.

“Nos alegra este avance para el bien social que nos permite visitar una vez más este Ayuntamiento, justo ahora que se cumplen veinte años de nuestra visita como recién casados”, se mencionó en la dedicatoria real. Además, Felipe VI y doña Letizia aprovecharon la ocasión para desear a los ciudadanos conquenses una feliz Navidad y un próspero año 2025.

Como un gesto de recuerdo de este significativo encuentro, el Ayuntamiento obsequió a los Reyes con un libro que incluye reproducciones de los lienzos de las vistas de Cuenca, obra de Juan Llanes y Massa, el cual fue publicado por el Consorcio de la Ciudad de Cuenca. También les regalaron dos ejemplares de ‘Cuenca, La Primera Manhattan’, una obra con textos del periodista Raúl del Pozo e ilustraciones del artista Miki Leal.

Posteriormente, los Reyes bajaron a la Plaza Mayor para interactuar con los conquenses. Fueron recibidos con vítores de “¡Viva España!” y durante más de media hora firmaron autógrafos, posaron para selfies y también fueron inmortalizados junto a los trabajadores del servicio de limpieza de la ciudad, todo esto bajo la atenta mirada del alcalde de Cuenca, Darío Dolz.