El grupo municipal de Izquierda Unida-Podemos en el Ayuntamiento de Toledo ha solicitado al gobierno local que retome el proyecto de implantación de Zonas de Baja Emisión obligatorias para combatir el cambio climático, el cual fue abandonado en la Junta de Gobierno Local el 15 de junio debido a la falta de ofertas en la licitación, señalando que solo se presentó una empresa.

En un comunicado de prensa, la formación de izquierdas enfatiza la necesidad de implementar en la ciudad todos los elementos e instrumentos necesarios que conforman las Zonas de Baja Emisión de Toledo.

"Las estaciones medidoras, las nuevas cámaras y otros elementos que formarían parte de este proyecto son fundamentales para conocer dónde hay exceso de emisiones y poder proponer medidas correctivas medioambientales, las cuales deben ser discutidas en el marco del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), el cual también ha sido olvidado desde noviembre de 2021, para garantizar que seamos efectivos en la lucha contra el cambio climático en la ciudad de Toledo", declaró Txema Fernández, portavoz municipal.

Según recuerda Izquierda Unida-Podemos, en abril de 2023 se inició un proceso de licitación para la ejecución de este proyecto con un presupuesto de 3,5 millones de euros, subvencionado con fondos europeos. Sin embargo, solo una empresa presentó una oferta y, por transparencia, se recomendó su paralización.

"Deberíamos considerar la opción de invitar a diferentes empresas desde el Ayuntamiento para que presenten ofertas para la adjudicación de este servicio y así superar esta objeción. Pero lo que es realmente crucial es que se ejecute de la manera más urgente posible", manifestó Fernández.

"Debemos utilizar los fondos Next Generation como un pilar fundamental para un cambio de modelo de ciudad. Estos fondos no servirán de nada si no los aprovechamos para recuperarnos, ser más resistentes ante futuras crisis y comenzar la transformación del modelo de movilidad en la lucha contra el cambio climático, que es cada vez más evidente en la ciudad de Toledo y en todo el planeta. No podemos ignorar estos hechos y debemos utilizar todas las herramientas a nuestro alcance, especialmente cuando están financiadas con más de 3 millones de euros", continuó Txema Fernández.

Estas Zonas de Baja Emisión, desde enero de 2023, "no son un capricho", aseguró el líder de la formación izquierdista local, sino que son parte de la Ley de Cambio Climático, "la cual debe ser cumplida en la misma medida que el resto del aparato legal del país y establece, por ejemplo, limitaciones de acceso y aparcamiento para los coches con etiqueta B en más de 150 ciudades, incluida Toledo". Esperamos que no se escuden en ningún discurso negacionista para abordar este problema desde el punto de vista administrativo", concluyó.