TOLEDO, 29 abr. - En una reciente reunión, el Ministerio para la Transición Ecológica ha propuesto nuevas directrices para el trasvase Tajo-Segura que marcan un aumento significativo en los requisitos para activar un trasvase. A partir de ahora, el umbral para la situación de nivel 2 en los embalses de cabecera se eleva a 1.600 hectómetros cúbicos, lo que representa un incremento de 300 hectómetros cúbicos en comparación con la normativa vigente.

Estas modificaciones son fundamentales, ya que si estas nuevas reglas se hubiesen aplicado en la actualidad, el reciente trasvase permitido por el Ministerio habría resultado en una cifra considerablemente menor: solo 24 hectómetros cúbicos por cada trasvase, en lugar de los 60 hectómetros que típicamente se autorizan. Esto se debe a que, bajo las nuevas definiciones, la situación hídrica sería clasificada como nivel 2.

Además, la propuesta introduce un recorte en la cantidad de agua que se puede trasvasar en situaciones de nivel 2, reduciendo el límite de 27 a 24 hectómetros cúbicos. Este cambio refleja un enfoque más conservador en la gestión de los recursos hídricos, en un intento de mantener una mayor reserva en los embalses.

Una de las innovaciones que se consideran es que, en caso de que los embalses alcancen la categoría de nivel 3, los trasvases se realizarían de manera automática a razón de 11 hectómetros cúbicos. Hasta este momento, la decisión recaía en el Ministerio, que tenía la potestad de autorizar trasvases de hasta 20 hectómetros en cada ocasión.

Las intenciones detrás de estas nuevas normativas, según fuentes oficiales, son claras: estabilizar el nivel de los embalses en la categoría 2, que se espera que se mantenga ocupando el 82% del tiempo. Este enfoque busca garantizar un manejo sostenible del agua en un contexto de creciente preocupación medioambiental.