El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha respondido a las críticas de Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, afirmando que los presidentes autonómicos no dan órdenes a los diputados de su partido en el Congreso porque no los eligen, sino que vienen impuestos de Ferraz en el caso del PSOE.

García-Page ha destacado que la lista de diputados le viene dada y que algunos de los integrantes son más de confianza que otros, pero en general, interfiere muy poco en sus decisiones.

El presidente castellanomanchego ha respondido de esta manera a Feijóo, quien pedía a los presidentes socialistas que se enfrentaran al desafío del llamado cupo catalán, instando particularmente a García-Page y Javier Lambán a ser coherentes con su trayectoria política.

En medio de una especie de guiño, García-Page ha mencionado que el PP se equivoca en su dinámica actual y retó a los diputados de Cataluña del PP a que voten de acuerdo a sus promesas anteriores, en relación al régimen especial para Cataluña.

Posteriormente, el presidente de Castilla-La Mancha arremetió contra aquellos del Partido Popular que lo acusan de decir una cosa y hacer otra, recordando momentos clave en los que no vio la misma postura en dirigentes del PP.

En cuanto a la relación con Feijóo, García-Page le sugirió que haga más que solo hablar, imponiendo acuerdos en el partido que no fueron firmados por otros presidentes del PP.

García-Page defendió su postura, afirmando que ha trabajado arduamente para mantener el equilibrio político en España y criticó la actitud de Feijóo, insinuando que las críticas hacia él son injustas e poco fundamentadas.

Finalmente, el presidente de Castilla-La Mancha concluyó su argumento señalando las decisiones erróneas por parte del PP, en especial durante las últimas elecciones, y le instó a no pretender que otros asuman la responsabilidad de sus propios errores.