El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha propuesto una idea para reformar la forma en que se elaboran los Presupuestos Generales del Estado, sugiriendo la posibilidad de establecer presupuestos con una vigencia de cuatro años.

En un evento en Sevilla organizado por Fundación Cajasol, García-Page destacó la importancia de esta reforma para evitar que los gobiernos estén constantemente sometidos a presiones para lograr mayorías parlamentarias y así evitar el bloqueo político.

Según el presidente, contar con presupuestos a largo plazo permitiría que un gobierno funcione sin la necesidad de estar constantemente elaborando nuevas leyes, asegurando el correcto funcionamiento de la administración pública. Esta medida, en su opinión, no requeriría grandes cambios e incluso podría lograrse sin necesidad de modificar la Constitución.

García-Page criticó la práctica de elaborar presupuestos anuales, argumentando que esta metodología resulta poco efectiva y termina generando caos en la gestión pública. En su opinión, estas reformas son necesarias para lograr consensos y mejorar la eficiencia en la administración pública.