El cierre de la capilla Luis de Lucena en Guadalajara debido a un supuesto riesgo para los visitantes ha generado controversia en la ciudad. El delegado provincial de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Fernández-Montes, ha criticado esta decisión, calificándola de contraria a la ley y ha prometido que el monumento volverá a abrir sus puertas pronto.

En una comparecencia ante los medios, Fernández-Montes expresó su descontento y no descartó recurrir a los tribunales para resolver la situación de este Bien de Interés Cultural. Según él, el cierre de la capilla no se solicitó a la Administración de Castilla-La Mancha, como debería haberse hecho.

El Ayuntamiento argumentó el cierre basándose en el peligro inminente que representa la antigua gasolinera de Diges para los visitantes, afectando al acceso a la capilla. Sin embargo, Fernández-Montes insiste en que es responsabilidad de la Administración actuar subsidiariamente si el propietario de la gasolinera no responde.

Ante el conflicto, el delegado de Cultura ha afirmado que tomarán medidas legales para impugnar la resolución del Ayuntamiento y ha criticado la falta de colaboración de la municipalidad en la protección del patrimonio cultural de la ciudad. Además, lamentó la falta de un inventario actualizado de los bienes patrimoniales en Guadalajara.

Desde la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha señalaron que la humedad en la capilla de Luis de Lucena está afectando las pinturas y generando hongos, pero aún esperan el informe de Urbanismo del Ayuntamiento para actuar legalmente. El conflicto entre ambas entidades parece lejos de resolverse, con acusaciones mutuas de falta de interés por el patrimonio cultural.