TOLEDO, 11 de mayo. En el reciente escándalo político, las conversaciones entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ex secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, han puesto en el punto de mira al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Estas comunicaciones, que han sido filtradas y publicadas por el diario El Mundo, revelan tensiones entre la cúpula del PSOE y varios líderes regionales, destacando especialmente la postura de García-Page sobre la gestión de la crisis sanitaria y los acuerdos con Bildu relacionados con los Presupuestos Generales.

Un mensaje fechado el 27 de agosto de 2020 pone de manifiesto las preocupaciones del presidente castellanomanchego en relación con las medidas de confinamiento. García-Page advertía que el confinamiento en una comunidad no tendría efecto si las restricciones no se aplicaban de manera uniforme, señalando que el comportamiento de comunidades vecinas podría socavar los esfuerzos. Ante esta situación, Sánchez habría indicado a Ábalos la urgencia de establecer un diálogo con los presidentes autonómicos socialistas para asegurar una postura cohesiva.

Asimismo, una de las comunicaciones más polémicas revela la reacción de Sánchez ante una entrevista de García-Page con el periódico La Razón, llevada a cabo el 8 de noviembre de 2020. El presidente del Gobierno no escatimó en críticas, calificando las declaraciones de su compañero como “vomitivas”. Se sugiere que Sánchez recomendó a Ábalos un toque de atención a García-Page, instándolo a cesar en su actitud desafiante.