El consistorio de Sallent de Gállego, ubicado en la provincia de Huesca, llevará a cabo su conmemoración anual en honor a dos valientes guardias civiles que perdieron la vida a causa del terrorismo de ETA en el año 2000. Este año, en el que se cumplen 25 años de su trágica muerte, se rendirá un homenaje especial a José Ángel de Jesús Encinas, un joven de solo 22 años de Talavera de la Reina, y a su compañero Irene Fernández Perera, quien tenía 32 años.

La ceremonia se llevará a cabo a las 12:30 horas en la plaza Valle de Tena. Estará encabezada por el alcalde, Jesús Gericó, y contará con la presencia de las familias de ambos agentes. Al final del acto, se honrará la memoria de los caídos con la colocación de una corona de flores en su honor.

En el marco de este homenaje, el Ayuntamiento ya ha instalado una placa conmemorativa en el lugar donde ocurrió el atentado, recordando el sacrificio de Fernández Perera y Encinas, quienes perdieron la vida tras la detonación de un artefacto explosivo atado al vehículo en el que se encontraban, el cual estalló al arrancar el motor un día cualquiera mientras realizaban su operación de rutina.

En el momento de la explosión, Irene, la agente de 32 años, murió de inmediato, mientras que José Ángel, su compañero de patrulla, falleció poco después debido a las graves heridas sufridas, cuando era trasladado a un centro hospitalario.

Irene Fernández Perera, originaria de Las Agüeras en Asturias y perteneciente al concejo de Quirós, fue la primera mujer en el Instituto Armado que perdió la vida a manos de los criminales de ETA.

Por su parte, José Ángel de Jesús Encinas había llegado a Sallent de Gállego apenas tres meses antes de su asesinato y tenía como anhelo formar parte del Servicio de Montaña de la Guardia Civil, añadiendo una nota más trágica a su corta vida llena de promesas.