CUENCA, 15 de mayo. El lunes 19 de mayo, dará comienzo en Cuenca un juicio de gran relevancia social, en el que J.E.M. se enfrenta a una dura condena de 28 años de prisión por el presunto asesinato de su esposa en Tarancón, ocurrido en mayo de 2022.
Según la Fiscalía, a la que ha accedido Europa Press, el matrimonio, originario de Marruecos, residía en Tarancón junto a sus hijos. Los informes indican que J.E.M. había manifestado comportamientos celotípicos a lo largo de su relación, acusando a su esposa, O.E.M., de mantener relaciones con otros hombres y ejerciendo un estricto control sobre sus finanzas y su vida personal, hasta tal punto que la Fiscalía considera que llegó a pensar que tenía el derecho de quitarle la vida.
En el año 2019, O.E.M. decidió denunciar a su marido por amenazarla de muerte y por intentar alejarla de sus hijos ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Tarancón. Como resultado de esta denuncia, se establecieron medidas cautelares que prohibían al acusado acercarse o comunicarse con ella.
El caso pasó al Juzgado de lo Penal número 2 de Cuenca en marzo de 2022, pero en un giro inesperado, la mujer decidió no declarar en contra de su marido. El 14 de marzo, se emitió una sentencia de absolución y se levantaron las medidas cautelares, lo que permitió al acusado retomar su vida anterior.
Poco tiempo después, en la madrugada del 2 de mayo, se desencadenó una discusión en el hogar familiar. Alrededor de las 8:00 de la mañana, según la Fiscalía, J.E.M. presuntamente tomó un cuchillo de 30 centímetros y atacó a su esposa delante de sus hijos, infligiéndole hasta 34 heridas de arma blanca, así como mordeduras y un golpe en la cabeza.
La víctima habría fallecido entre las 8 y las 9 de la mañana de ese día trágico. Tras el crimen, J.E.M. se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Tarancón, confesando haber degollado a su mujer y alertando sobre la presencia de sus tres hijos en el domicilio.
Desde su arresto en mayo de 2022, el presunto asesino permanece en prisión preventiva. De acuerdo con la Fiscalía, los menores han experimentado severas repercusiones psicológicas, incluyendo terrores nocturnos y estrés postraumático, afectando gravemente su bienestar emocional.
El juzgado imputará a J.E.M. cargos de asesinato y tres delitos de lesiones, los cuales están claramente tipificados en el Código Penal. Por el delito de asesinato, el acusado podría ser condenado a 25 años de prisión, además de 35 años de prohibición de comunicarse o acercarse a sus hijos, así como la pérdida de la patria potestad. Por cada uno de los delitos de lesiones, se solicitarán penas adicionales de un año de cárcel y seis años de alejamiento.
Asimismo, la Fiscalía también solicitará que, de ser hallado culpable, J.E.M. sea deportado a su país de origen una vez cumpla tres cuartas partes de su condena o si logra la libertad condicional, prohibiéndole regresar a España durante 10 años. Además, se prevé que el acusado enfrente reclamaciones de indemnización que podrían alcanzar los 850.000 euros a favor de la familia de la víctima.
Las audiencias del juicio están programadas para llevarse a cabo del 19 al 23 de mayo en la Audiencia Provincial de Cuenca, un caso que promete atraer la atención pública por su gravedad y las implicaciones que acarrea sobre la violencia de género.
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