En la mañana del 6 de agosto, la conexión ferroviaria de alta velocidad entre Madrid y la región del Levante enfrenta importantes retrasos que alcanzan hasta una hora. Este inconveniente ha sido confirmado por Adif, que ha comunicado a través de sus canales en redes sociales que la causa radica en un problema de señalización ubicado entre las localidades de Santa Cruz de la Zarza, en Toledo, y Tarancón, en Cuenca.

En una de las conexiones más afectadas, el tren Avlo de Renfe, con destino a Valencia, que originalmente debía llegar a las 12:36, ahora se espera que lo haga a las 13:37, según datos proporcionados por Europa Press. Este aumento en el tiempo de espera ha generado malestar en los pasajeros que ya habían planificado sus actividades.

Otros servicios, como los ofrecidos por Iryo y Ouigo hacia Valencia, también experimentan demoras considerables. Por ejemplo, el tren de Iryo que debía llegar a las 12:43 ahora llegará a las 13:08, mientras que el de Ouigo sufre un retraso de 22 minutos, cambiando su llegada de las 13:09 a las 13:31.

Los trenes con destino a Alicante no se quedan atrás, como el Ouigo que sale de Madrid, cuyos viajeros deberán esperar un poco más, posponiendo su llegada de las 12:37 a las 12:56. Del mismo modo, el AVE de Renfe que procede de Málaga también ha visto alterada su programación, con un nuevo horario que pasa de las 13:30 a las 14:10.

Esta situación se agrava al sumarse a otra incidencia relacionada con la línea entre Madrid y Andalucía. En este caso, se debe a una avería de un tren de Ouigo entre Sevilla y Guadajoz, el cual circulaba con una limitación de velocidad que ha tenido repercusiones en los servicios de Renfe e Iryo.

Ayer, esta misma línea había sido escenario de severas interrupciones, donde un total de nueve trenes, tanto de larga como de media distancia, fueron desalojados, afectando a aproximadamente 2.200 pasajeros que pasaron hasta diez horas parados en los vagones, a causa de un fallo estructural entre Majarabique y Sevilla.