TOLEDO, 4 sep. - La organización Asaja Castilla-La Mancha ha expresado su apoyo ante la decisión del Gobierno regional de destinar cuatro millones de euros a ayudar a los ganaderos que padecen las consecuencias de la enfermedad conocida como lengua azul en las provincias de Toledo y Ciudad Real. Sin embargo, Asaja va más allá y reclama la creación de un plan estratégico que trace directrices claras para el sector ganadero, asegurando que se actúe de manera "rápida y eficaz" en temas de sanidad animal.
En un comunicado, la entidad agrícola ha solicitado a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural que implemente un Plan Estratégico para la Ganadería. Este proyecto fue propuesto en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha hace casi dos años, y, dada la creciente aparición de enfermedades entre los animales, su implementación se vuelve más urgente.
Asaja ha advertido sobre el impacto negativo que tienen las enfermedades en el sector ganadero en Castilla-La Mancha, mencionando problemas ya causados por la viruela ovina, la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica, la lengua azul y la gripe aviar, además de la nueva amenaza que representa la dermatosis nodular contagiosa, que podría llegar a la región.
Frente a esta difícil situación, la organización no solo solicita la creación de un plan preventivo, sino también más ayudas económicas que compensen las verdaderas pérdidas sufridas por los ganaderos, que van más allá de la muerte de los animales. Estos incluyen abortos, disminución de la capacidad productiva, restricciones en el movimiento del ganado y gastos asociados a tratamientos y desinsectación.
Asimismo, Asaja ha demandado que se cubran los costos de las vacunas necesarias contra la lengua azul que antes de finalizar el año deben ser administradas, así como un programa de vacunación que asegure su disponibilidad a corto, medio y largo plazo, coincidiendo con los momentos óptimos para su aplicación sanitaria.
La organización ha recordado a los ganaderos la trascendencia de reportar de inmediato cualquier indicio de lengua azul u otras enfermedades sujetas a notificación obligatoria, como muertes, abortos o problemas de eficacia de las vacunas a los organismos competentes.
Adicionalmente, se enfatiza la necesidad de aumentar la inversión en investigación relacionada con la sanidad animal, lo que no solo ayudaría a mejorar la respuesta ante emergencias sanitarias, sino que también consolidaría la seguridad en las explotaciones ganaderas y preservaría la rentabilidad del sector.
En esta línea, Asaja ha indicado que se requieren vacunas más eficaces para combatir la lengua azul y que es fundamental desarrollar una vacuna combinada que proteja contra todos los serotipos que afectan a los animales, lo cual facilitaría considerablemente el trabajo de los ganaderos en la gestión de la salud de sus rebaños.
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