Crónica Castilla-La Mancha.

Crónica Castilla-La Mancha.

C-LM experimenta un otoño inusualmente cálido y húmedo, con 174 l/m2 registrados en Mira tras la DANA.

C-LM experimenta un otoño inusualmente cálido y húmedo, con 174 l/m2 registrados en Mira tras la DANA.

TOLEDO 12 Dic. - La temporada de otoño de 2024 en Castilla-La Mancha ha destacado por su excepcional calidez y humedad, una situación que se pone de manifiesto con las lluvias intensas que se produjeron durante el episodio del 29 de octubre. En localidades como Mira, en Cuenca, las precipitaciones alcanzaron los 174 litros por metro cuadrado, mientras que en Fuensanta, Albacete, se registraron 150 litros, y 136 litros en Campillos, Cuenca.

Estos datos fueron compartidos por Luis María Bañón, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), quien, acompañado de Milagros Tolón, delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, presentó este jueves un informe climatológico que detalla el comportamiento del clima durante el otoño en la región.

Entre el 1 de septiembre y el 30 de noviembre, la temperatura media se estableció en 15,6 grados centígrados, superando en 1,2 grados la media histórica de referencia. Bañón destacó que este otoño se clasifica como el octavo más cálido en los últimos 64 años, igualando así al otoño de 2017, con una media de temperaturas máximas de 21,2 grados.

El análisis de los meses revela que septiembre fue más frío de lo habitual, mientras que octubre fue cálido y noviembre rompió todos los récords al convertirse en el mes más cálido de la serie histórica. Las temperaturas más elevadas se registraron los días 2 y 3 de septiembre, donde varias estaciones en Ciudad Real superaron los 37 grados centígrados.

En noviembre, las temperaturas se mantuvieron por encima de lo normal durante gran parte del mes. Sin embargo, los días 27 y 28 se dieron los registros más bajos del otoño, con mínimas debajo de los 2 grados en diversas estaciones distribuidas por Toledo, Cuenca y Guadalajara.

Bañón subrayó que resulta sorprendente que enero, agosto y noviembre se hayan establecido como los meses más calurosos en 64 años de registros, un hecho que, desde una perspectiva estadística, podría considerarse prácticamente imposible sin el contexto del calentamiento global.

Asimismo, hizo hincapié en las temperaturas nocturnas, que han sido considerablemente más altas durante el otoño, especialmente en la provincia de Albacete. Curiosamente, el incremento de temperaturas se ha sentido más en la noche que en el día, aportando más del doble a la calidez general.

En lo que respecta a las precipitaciones, Castilla-La Mancha tuvo un otoño caracterizado por su humedad, con una precipitación media de 162 litros por metro cuadrado, lo que representa un 111% en comparación con la media del periodo de referencia. Septiembre se comportó como un mes normal, octubre se reveló muy húmedo y noviembre se mostró notablemente seco, con un comportamiento pluviométrico húmedo en las provincias de Guadalajara y Toledo, mientras que en el resto de la región fue calificado de normal.

En cuanto a la actividad del viento, se registraron rachas fuertes en varios días entre septiembre y noviembre. Los momentos más destacados corresponderían a reportes de viento fuerte los días 2 y 26 de septiembre, 9, 16, 17, 28 y 29 de octubre, así como los días 12, 21 y 25 de noviembre. Las rachas más intensas se observó con 90 km/h en Almadén, el 9 de octubre; 86 km/h en Viso del Marqués, el 16 de octubre; y velocidades similares en Zaorejas el 25 de noviembre.

Al reflexionar sobre el final del año, Bañón anticipó que el carácter térmico de la región se pronostica como extremadamente cálido, clasificándose como el segundo otoño más cálido desde 1961, tras el de 2022. Durante este año, las temperaturas máximas superaron los 44 grados en Tobarra, Velada y Almadén en agosto, así como los 43 grados en distintas localidades en julio.

Contrariamente, las temperaturas mínimas del año alcanzaron registros por debajo de -8 grados en enero en lugares como Beteta y Molina de Aragón, mostrando la variabilidad del clima en la región.

Según los datos de la Aemet, hasta el 30 de noviembre la precipitación media en Castilla-La Mancha era de 499 litros por metro cuadrado, indicando un año húmedo, aunque para clasificarlo como muy húmedo sería necesario superar los 34 litros en diciembre.

En lo relacionado con las expectativas invernales, se prevé que la llegada del invierno, que inicia el próximo 21 de diciembre, se caracterice por ser más cálido de lo habitual, con solo un 20% de probabilidad de temperaturas más frías. Para la región suroriental, existe mayor probabilidad de que las precipitaciones trimestrales se mantengan en niveles inferiores, mientras que en la parte nororiental, las probabilidades se distribuyen equitativamente entre los terciles habituales.

Al ser cuestionado sobre la predicción navideña, el responsable de la Aemet indicó que, aunque es pronto para concretar detalles, se espera que el frío persista hasta el martes de la semana posterior, y que las nevadas se produzcan en cotas relativamente bajas, de entre 1,000 y 1,200 metros. Hacia mediados de la semana próxima, se anticipa una subida en las temperaturas debido a la llegada de una borrasca atlántica.

Con las proyecciones actuales, se podría prever que Nochebuena y los días subsecuentes se caractericen por temperaturas cercanas a lo habitual para esta época del año, aunque quedando a la espera de actualizaciones en las previsiones.

Por su parte, Tolón, la delegada del Gobierno, refirió la importancia de los datos del otoño, enfatizando que junto con la serie histórica y el considerable episodio de lluvias de finales de octubre, se confirma que estamos inmersos en un contexto de emergencia climática. Esta situación requiere la responsabilidad de todos, tanto de los ciudadanos en su vida diaria como de las administraciones y políticas implementadas por el Estado.

La delegada resaltó que el cambio climático representa una amenaza real y que ignorarlo constituye una postura peligrosa. En este sentido, defendió el papel crucial de los informes y alertas de la Aemet como herramientas esenciales para la predicción y la salvaguarda de vidas ante el reto climático.

Finalmente, hizo un llamado a la población para que actúe con prudencia y consulte las predicciones elaboradas por los profesionales de la Aemet, quienes trabajan con rigor para evitar riesgos innecesarios.