El 1 de octubre en Madrid, se ha dado a conocer la detención de un criminal fugado en Casarrubios del Monte, Toledo, que había escapado del centro penitenciario de Villanubla en Valladolid durante el mes de febrero. Esta acción fue llevada a cabo por la Policía Nacional, que ha estado tras sus pasos desde su escape.

Este individuo había estado cumpliendo una condena de 28 años por múltiples delitos desde 2016. La policía, a través de su cuenta en la plataforma X, compartió la información sobre la captura, destacando el esfuerzo constante por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para resolver este caso desde el 14 de febrero, fecha en que se inició la investigación.

La fuga causó revuelo, llevando a la detención de varios presuntos cómplices que se encontraban internos en la misma prisión, quienes fueron arrestados por su participación como colaboradores necesarios. Se presume que la evasión del recluso contó con la complicidad de otros prisioneros que, irónicamente, fueron liberados ese mismo día.

Las grabaciones de las cámaras de seguridad sugieren que el fugado pudo haber sido escondido en un gran bulto que era transportado en un carro de equipaje, lo que plantea importantes interrogantes sobre la seguridad y los protocolos en el centro penitenciario.