TOLEDO, 5 de noviembre. En un contexto de crisis tras la emergencia ocasionada por la DANA, el consejero de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha expresado la firme intención del Gobierno regional de centrar sus esfuerzos en la atención a los afectados. Durante una reciente rueda de prensa, Ruiz Molina subrayó que, aunque la recuperación económica será relevante, el foco inmediato debe estar en proporcionar soporte a los municipios devastados por el desastre natural de la semana pasada.

En su intervención, el consejero abordó detalladamente las acciones emprendidas por el Gobierno ante esta emergente crisis. Cuando fue consultado por los medios sobre la evaluación financiera de la situación, Ruiz Molina enfatizó que ni él ni ningún otro miembro del Ejecutivo han comenzado aún a realizar cálculos económicos. El enfoque debe ser la recuperación inmediata, dejando la evaluación en un segundo plano.

“Habrá tiempo suficiente para solicitar recursos no solo del Estado, sino también de la Unión Europea. Dependiendo de lo que estas administraciones ofrezcan, evaluaremos el esfuerzo necesario que deberán asumir las diputaciones, los ayuntamientos y, por supuesto, la propia Comunidad Autónoma”, explicó el consejero, esbozando un plan de acción concertado.

A pesar de lo anterior, el titular de Hacienda reafirmó el compromiso del Ejecutivo regional de llevar a cabo las modificaciones presupuestarias pertinentes a lo largo del año fiscal 2024. Estas modificaciones estarán orientadas a las consejerías encargadas de la reconstrucción y recuperación de las áreas afectadas por la DANA.

Además, Ruiz Molina puntualizó que en el marco del Proyecto de Ley de Presupuestos de Castilla-La Mancha para 2025 —actualmente en proceso de tramitación—, se contemplarán enmiendas que faciliten la disponibilidad de fondos adicionales que la Administración regional esté dispuesta a aportar. “No escatimaremos recursos, pero buscamos coordinar de manera efectiva el total de aportaciones que cada administración esté dispuesta a proporcionar para la recuperación de estas comunidades”, añadió.

El consejero presentó un detallado informe sobre las medidas adoptadas por el Gobierno regional ante esta situación crítica, desgajando la respuesta en tres ejes fundamentales. Primero, se implementaron medidas preventivas que fueron establecidas antes de que el episodio meteorológico pudiera causar daños. Segundo, se dispuso rápidamente de un significativo despliegue de recursos y efectivos por parte de la Administración regional, junto a las diputaciones, entidades locales y la Administración del Estado. Tercero, se activaron, en colaboración con otros organismos, planes de recuperación específicos para las localidades de Letur y Mira, enfocándose en los daños estructurales sufridos y en el apoyo a las familias afectadas.

Refiriéndose a la cronología de los hechos, el consejero recordó que la Agencia Española de Meteorología (Aemet) ya había emitido un aviso de nivel naranja por lluvias el pasado lunes, alertando sobre el fenómeno que se espera iniciaría a medianoche del 29 de octubre en las comarcas de Alcaraz y Segura. El mismo 28 de octubre, a las 21.48 horas, otra alerta de la Aemet señalaba un fenómeno adverso en la Serranía de Cuenca, que empezaría a las 9.00 del día siguiente, lo que llevó al director general de Protección Ciudadana a activar en fase de alerta el Plan Específico de Fenómenos Meteorológicos Adversos de Castilla-La Mancha (Meteocam) a las 23.00 horas de esa misma noche.

En este marco, y en respuesta a preguntas de los medios, Ruiz Molina aseguró que la única confirmación relacionada con la DANA recibida por el Gobierno de Castilla-La Mancha ha sido a través de la Aemet. “No hemos recibido ningún aviso de la Confederación Hidrográfica del Segura, ni por parte de ninguna otra Confederación, ya sea positivo o negativo”, afirmó, subrayando la falta de comunicación en momentos críticos.

En el caso particular de Letur, el consejero consideró esencial establecer un diálogo con la Confederación Hidrográfica para determinar la necesidad de mantener limpio el cauce del arroyo, dado que los problemas en la localidad fueron generados por situaciones que ocurrieron río arriba. “Es preciso discutir si la limpieza debe ser mayor o menor, y también plantear la necesidad de mejorar la infraestructura hidráulica para evitar que recurrentes situaciones de emergencia se repitan en el futuro", concluyó el consejero, mostrando un claro interés en prever y mitigar posibles desastres en la región.