CIUDAD REAL, 13 de octubre. La implementación de una zona de bajas emisiones (ZBE) en Ciudad Real parece estar al horizonte, ya que este lunes la Junta de Gobierno del Ayuntamiento aprobó una ordenanza que regulará su funcionamiento. Este importante documento será discutido en el Pleno municipal programado para el 31 de octubre, donde se espera su aprobación final.

El portavoz del Gobierno municipal, Guillermo Arroyo, se dirigió a los medios de comunicación para explicar que los detalles de la ordenanza ya habían sido compartidos con los grupos municipales, lo que permitió su revisión y la posibilidad de presentar alegaciones antes de llegar a esta fase.

Arroyo aclaró que el decreto no prevé cierres de calles, excepto en aquellas que ya son peatonales, ni restricciones generales sobre la circulación de vehículos. La ZBE se activará únicamente durante episodios de contaminación, afectando solo a aquellos vehículos que carezcan de un distintivo ambiental durante esos momentos críticos.

El portavoz defendió que este enfoque es acorde a la situación concreta de Ciudad Real, subrayando que, a diferencia de las grandes ciudades españolas, aquí no se observan niveles de contaminación que justifiquen medidas restrictivas de manera habitual.

A este respecto, Arroyo aseguró que las restricciones se implementarán de forma puntual y serán, según sus previsiones, "muy poco frecuentes".

El portavoz hizo hincapié en que las afirmaciones de algunos partidos, como Vox, que advertían que esta normativa forzaría a los ciudadanos a cambiar de vehículo o les limitaría la libertad de circulación, son infundadas.

A pesar de esto, es importante señalar que en momentos de elevada contaminación, la ZBE limitaría el acceso de vehículos sin la etiqueta ambiental al área interior de la ronda. No obstante, Arroyo reiteró que tales situaciones serán excepcionales.

A pesar de la decisión de la Junta de Gobierno, la ordenanza aún debe ser sometida a un debate en el Pleno del Ayuntamiento, lo cual es crucial, dado que el equipo de Gobierno carece de la mayoría necesaria para asegurar su aprobación.

Ante este escenario, la viabilidad de la normativa queda en entredicho, ya que el equipo gubernamental necesitará el respaldo de otros grupos para avanzar en esta iniciativa.

El Ejecutivo local ha hecho un llamado a la responsabilidad de los demás grupos para que Ciudad Real cuente con una regulación de zona de bajas emisiones que se ajuste realmente a las necesidades y particularidades de la ciudad.