El pasado martes, el Gobierno español reafirmó su postura tras el Consejo de Ministros en relación al incidente ocurrido el domingo en la línea de alta velocidad del AVE. La ministra portavoz, Pilar Alegría, aseguró que no se descarta ninguna línea de investigación sobre el suceso, que podría haber sido un robo de cable o un sabotaje a la infraestructura ferroviaria.

Durante su intervención, Alegría mencionó que los investigadores de la Guardia Civil están analizando la sustracción de cables de seguridad en cinco lugares distintos a lo largo de un tramo de 10 kilómetros en la provincia de Toledo. Desde un inicio, el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha coincidido en calificar el evento como un posible sabotaje, lo que refuerza la inquietud respecto a la intención maliciosa detrás del acto.

En la rueda de prensa posterior al Consejo, la portavoz del Gobierno enfatizó que se ha proporcionado “toda la información disponible en cada momento”. Afirmó que, dado que hay una investigación activa por parte de la Guardia Civil y de las patrullas de Adif, no se excluye ninguna posibilidad en el análisis del evento.

“Independientemente de si se trata de un robo o un sabotaje, está claro que quienes llevaron a cabo este ataque eran plenamente conscientes del daño que provocaría a los ciudadanos”, explicó Alegría, refiriéndose específicamente al timing del incidente, que coincidió con el regreso de miles de viajeros tras el Puente de Mayo y el inicio de la Feria de Abril en Sevilla.

La ministra recalcó que la evidencia sugiere una intención clara de causar perjuicio a los ciudadanos, y reiteró que no se puede descartar ninguna hipótesis mientras avanza la investigación. Por su parte, el Ministerio del Interior simplemente señaló que la Guardia Civil está llevando a cabo la pesquisa sobre el robo de cable, siguiendo las directrices del Juzgado competente, y recordó que mantiene un plan preventivo ante robos de cobre desde hace años.