CIUDAD REAL, 29 de mayo. El jurado popular que se encarga de decidir el futuro del acusado por el asesinato de Belén, joven de tan solo 24 años, se ha retirado hoy para deliberar sobre su veredicto. El caso, que ha captado la atención pública debido a su naturaleza, concierne a la muerte de la víctima en enero de 2023, y está siendo considerado como un crimen machista.

La jornada de deliberación sigue a una semana intensa en la que se presentaron diversas pruebas y testimonios. Fueron convocados familiares, amigos de Belén, miembros de la Guardia Civil y expertos forenses. La Fiscalía ha expuesto una serie de acusaciones que incluyen asesinato, maltrato habitual y otros delitos de violencia, solicitando una condena severa por estas acciones.

El acusado, E.S.R., admitió durante su testimonio tener un carácter celoso y controlador, y reconoció que las discusiones y los insultos eran comunes entre él y Belén. En su versión de los hechos del fatídico día, describió una pelea en la que la joven supuestamente tomó un cuchillo y se hirió de forma accidental, asegurando que su intención era ayudarla después de la herida.

Sin embargo, los expertos forenses presentaron evidencias que contradicen su relato, afirmando que la herida sufrida por Belén tenía un ángulo de entrada recto, lo que indica que se trató de un ataque y no de un accidente. Esta interpretación es respaldada por los testimonios de amigos y familiares, quienes han mencionado el patrón de control y maltrato que vivió la joven a manos de su pareja.

La defensa, por su parte, argumenta que la herida podría haber sido autoinfligida en el calor del momento, una noción que ha sido apoyada por los peritos forenses presentados por el abogado del acusado. La Fiscalía, sin embargo, busca una condena de 29 años de prisión, citando la naturaleza premeditada del ataque y la incapacidad de la víctima para defenderse ante una agresión sorpresiva.

El letrado del acusado, Luis Gérez, conocido por su defensa en otros casos mediáticos, ha solicitado la absolución total, desestimando muchas de las pruebas presentadas y calificando el incidente como un "accidente doméstico". Su defensa instó al jurado a reflexionar antes de tomar una decisión que podría marcar no solo la vida del acusado, sino el mensaje social sobre la violencia de género en general.