CUENCA, 11 de julio. En un evento reciente en Cuenca, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, expresó su profunda preocupación por los recientes ataques del Partido Popular hacia la vida personal del presidente del Gobierno, afirmando que el partido opositor ha cruzado “todas las líneas rojas”.

Al ser inquirido por los periodistas sobre la situación política actual, Grande-Marlaska denunció la estrategia de la derecha y la extrema derecha, que, según él, buscan arrastrar al país a una “política del fango”. El ministro recordó episodios pasados de intromisiones en la vida privada del presidente y su familia, subrayando que este comportamiento no es nuevo y remonta a años anteriores.

El titular de Interior llevó la conversación a 2014, cuando asumió por primera vez la secretaría general del PSOE, señalando que la “policía patriótica” fue empleada por el Gobierno del Partido Popular para destruir pruebas sobre corrupción, así como para dañar la vida personal de varios funcionarios públicos.

En cuanto a posibles reformas dentro de la Unidad Central Operativa (UCO), el ministro afirmó que se están tomando medidas para incrementar tanto los recursos como la formación de las fuerzas de seguridad. Según él, esto incluye la duplicación del personal de la UCO, asegurando que “lo único que se busca es mérito y capacidad”.

Sobre sus impresiones personales en el contexto de la crisis actual del PSOE, Grande-Marlaska reiteró su compromiso con el gobierno en el que ha servido como ministro durante siete años, agradeciendo la confianza depositada en él por el presidente del Gobierno, en un periodo que ha calificado de complicado.

“Continuamos enfocados en las políticas sociales que nos definen, respaldadas por un crecimiento económico que permite su viabilidad y que nos coloca como modelo en Europa”, manifestó el ministro, reafirmando el compromiso del Gobierno con las causas sociales.

Estas declaraciones se produjeron justo antes de la entrega de diplomas a 73 nuevos funcionarios de la 42ª promoción del cuerpo superior de técnicos de la administración penitenciaria, quienes han finalizado su formación en Cuenca.

El ministro destacó que este nuevo personal asumirá roles principalmente directivos y son expertos en campos jurídicos y psicosociales, elementos clave para cumplir con el objetivo fundamental de las penas privativas de libertad: la reintegración social de los internos y la provisión de herramientas necesarias para una vida plena en libertad.

Además, Grande-Marlaska recordó que hace unos días el Consejo de Gobierno aprobó la financiación necesaria para la construcción de la sede física del Centro de Estudios Penitenciarios, con una inversión cercana a los 16 millones de euros. El ministro anticipó que el proyecto será licitado en los próximos meses, comenzando las obras en 2026, con la esperanza de concluirlas en el segundo semestre de 2027.