Guadalajara se prepara para una importante decisión que el Consejo de Gobierno tomará este martes, mediante la cual se aprobará la convocatoria destinada a regular la ayuda agroambiental. Esta medida busca gestionar los pagos compensatorios para las explotaciones ubicadas en zonas montañosas, utilizando recursos del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), enmarcadas en el Plan Estratégico de la Política Agrícola Común (PEPAC) para el periodo 2023-2027.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, anunció que este programa contará con un presupuesto de 5,8 millones de euros durante su vigencia, con el objetivo de beneficiar a aproximadamente 3.000 agricultores en la región. Esta iniciativa responderá a las necesidades de agricultores y ganaderos, quienes enfrentan desafíos adicionales debido a las características de sus terrenos montañosos, cumpliendo así con compromisos establecidos en el PEPAC.
Durante su intervención en el Foro Conversa ‘Guadalajara: una provincia con calidad diferenciada’, celebrado el lunes en Cogolludo, Martínez Lizán resaltó la importancia de esta convocatoria. En el evento, también participaron personalidades destacadas, como el alcalde de Cogolludo, Juan Alfonso Fraguas, y el director de SER Castilla-La Mancha, Félix Amaya, entre otros.
La provincia de Guadalajara se sitúa como la principal receptora de estas ayudas en Castilla-La Mancha, destacándose por el mayor número de beneficiarios, seguido de la provincia de Cuenca, según la información proporcionada por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Este programa es parte de una serie de cinco ayudas agroambientales que el Gobierno regional planea ofrecer hasta 2027, con una inversión total de 32,5 millones de euros, destinadas a apoyar a aquellos que combinan su actividad agrícola con la protección del medio ambiente.
En el marco del foro, el consejero también destacó la rica herencia agroalimentaria de Guadalajara, que cuenta con reconocidas Denominaciones de Origen, como la DOP Miel de la Alcarria, la DOP Aceite de la Alcarria y la DOP Mondéjar, entre otras. Estas certificaciones avalan la calidad de los productos locales y reflejan el arduo trabajo de los agricultores y ganaderos para preservar su herencia cultural.
Además, desde el pasado mes de marzo, la DOP Vino de Pago Finca Río Negro se ha sumado a la lista de figuras de calidad de Castilla-La Mancha, que ahora abarca 25 denominaciones de origen reconocidas a nivel europeo.
Según Martínez Lizán, estas figuras no solo aseguran productos de alta calidad, sino que también generan un impacto positivo en la economía local, fomentando el desarrollo rural y la creación de empleo, así como promoviendo prácticas sostenibles y revalorizando la identidad cultural de la provincia.
Castilla-La Mancha se enorgullece de contar actualmente con 41 figuras de calidad agroalimentarias, incluyendo 32 Denominaciones de Origen Protegidas y nueve Indicaciones Geográficas Protegidas, todas bajo la marca Campo y Alma. El consejero expresó el compromiso del Gobierno regional en seguir apoyando estas iniciativas y en buscar nuevas oportunidades.
Finalmente, Martínez Lizán recordó que recientemente se firmó un protocolo para el establecimiento del Centro Tecnológico del Huevo en Marchamalo, complementando el Centro de Investigación Apícola y Agroambiental (CIAPA) de la localidad. Estas instalaciones posicionarán a Guadalajara como un referente en investigación tanto apícola como avícola, evidenciando el compromiso de la administración regional con la innovación y la sostenibilidad en el sector.
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