La deuda pública en Castilla-La Mancha ha alcanzado los 16.153 millones de euros en el primer trimestre del año, representando el 31,5% de su Producto Interior Bruto (PIB), según informó el Banco de España este viernes.

Esta cifra coloca a la región como la segunda con mayor deuda pública en relación al PIB, solo por debajo de Valencia (41,5%), según los datos del Banco de España.

A nivel nacional, la deuda de todas las administraciones públicas, conforme al Protocolo de Déficit Excesivo, llegó a 1,613 billones de euros en el primer trimestre del año, alcanzando el 109% del PIB, de acuerdo con el Banco de España.

Este 109% del PIB muestra un aumento de 1,3 puntos respecto al cierre de 2023 y la deuda pública ha incrementado un 5,1% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Según los objetivos del Gobierno para este año, la deuda pública debería situarse en el 106,3% del PIB, por lo que la tasa del primer trimestre ya ha superado la meta anual establecida.

En cuanto a la evolución de la deuda en los distintos subsectores de las administraciones públicas, la deuda de la Administración Central alcanzó 1,474 billones de euros en marzo de 2024, representando el 99,6% del PIB y un incremento del 6,3% respecto al año anterior.

Por otro lado, la deuda de las comunidades autónomas creció hasta los 329.000 millones de euros entre enero y marzo, equivalente al 22,2% del PIB, con un aumento interanual del 2%; mientras que la deuda de las corporaciones locales se sitúa en 23.000 millones de euros, el 1,6% del PIB y un 0,4% más que el año anterior.

La deuda de las administraciones de la Seguridad Social alcanzó los 116.000 millones de euros, equivalente al 7,8% del PIB, con un crecimiento interanual del 9,4%.

Respecto a la evolución de la deuda según instrumentos y plazos, la deuda en valores a largo plazo aumentó un 6,8% interanual, mientras que los préstamos a más de un año se redujeron en un 6,1% en comparación con marzo de 2023.

En cuanto a la distribución de la deuda por instrumentos, en marzo de 2024 la deuda estaba principalmente en pasivos a largo plazo, representando el 95% del total, destacando el peso de los valores a largo plazo con un 84,7%, mientras que la deuda a corto plazo era del 5%.