En Toledo, el 12 de marzo, las fuerzas del orden han dado un golpe contundente a la criminalidad al desarticular una organización dedicada al robo de relojes de lujo. Este éxito se logró gracias a la colaboración entre la Policía Nacional española y la Policía Judiciaria de Portugal, demostrando la efectividad de la cooperación internacional en la lucha contra el crimen.

Las autoridades han detenido a cuatro hombres, entre ellos uno en Toledo y tres más en territorio portugués. Las investigaciones han revelado la implicación de esta banda en al menos 15 robos perpetrados en Portugal, donde se encontraron en el maletero de un vehículo utilizado por los criminales placas de matrícula que empleaban durante sus fechorías. Se ha constatado que el modus operandi del grupo incluía el uso de motocicletas con matrículas alteradas y la intimidación de las víctimas con armas de fuego en zonas de entretenimiento.

Todo comenzó cuando los agentes recibieron información sobre la existencia de un grupo organizado especializado en el robo de relojes de lujo, que operaba principalmente desde Toledo y Madrid, expandiendo sus actividades delictivas hacia Portugal, según un comunicado emitido por la Policía.

Las pesquisas iniciales permitieron identificar a los integrantes del grupo, todos hombres, y se determinó que su estrategia era bastante repetitiva. Elegían a sus víctimas en áreas recreativas, enfocándose en aquellas que portaban relojes de marcas reconocidas y de gran valor.

Una vez seleccionada la víctima, la amenazaban con armas de fuego para apropiarse de los costosos relojes, mostrando una disposición a utilizar la violencia si era necesario. Tras consumar el robo, escapaban velozmente en motocicletas, cubriendo sus rostros con cascos para evitar ser identificados por las autoridades.

El 11 de octubre, los investigadores notaron que los sospechosos viajaban en un automóvil de lujo en dirección a Portugal, lo que llevó a coordinar un operativo conjunto con las autoridades lusas. Este despliegue culminó en la detención de tres miembros del grupo en Portel, Portugal.

Con el objetivo de asegurar la captura completa de la banda, las autoridades portuguesas emitieron una Orden Europea de Detención y Entrega, que permitió localizar y arrestar al cuarto individuo en Toledo, quien fue entregado a los agentes portugueses. En la operación se confiscó un vehículo de alta gama que utilizaban para llevar a cabo los robos, en cuyo maletero se encontraron dos placas de matrícula que permitieron vincular al grupo con los 15 delitos investigados.