El Gobierno regional de Castilla-La Mancha, liderado por la consejera portavoz Esther Padilla, ha anunciado su decisión de personarse como acusación popular en dos casos que han conmocionado a la comunidad: el asesinato machista de Cándida en Aldea del Rey (Ciudad Real) y las pintadas homófobas contra un docente en un IES de Ugena (Toledo).

En el caso de Cándida, el Gobierno regional reafirma su compromiso en la lucha contra la violencia machista, cumpliendo con la Ley de Violencia de Género de Castilla-La Mancha. Este caso, que dejó huérfano a un niño de 9 años, es un trágico recordatorio de la urgencia de erradicar esta lacra social.

Desde el Instituto de la Mujer se solicitó un informe que confirmó los indicios de violencia machista en el caso de Cándida. Con 59 mujeres asesinadas en Castilla-La Mancha desde 2003, dejando 32 menores huérfanos, el Gobierno regional ha decidido actuar como acusación popular en 49 ocasiones para buscar justicia para las víctimas y sus familias.

Además, se solicitarán las ayudas de orfandad para proteger al menor de 9 años que quedó sin madre en este terrible suceso. Por otro lado, en el caso de las pintadas homófobas en el IES de Ugena, el Gobierno regional rechaza firmemente cualquier tipo de delito de odio, especialmente cuando se trata de atacar la integridad moral de un educador.

Esther Padilla ha enfatizado que los delitos de odio atentan directamente contra los valores de convivencia en entornos educativos, por lo que el Gobierno regional no tolerará este tipo de comportamientos, independientemente de su motivación.