La Policía Municipal de Madrid ha intervenido y denunciado a un hombre por la venta de gallinas en plena calle a compradores que presuntamente iban a sacrificarlas en un ritual de santería. La intervención policial se llevó a cabo el martes en la calle 15 de agosto, en el distrito de Usera, tras la información de una representante de una protectora de animales que había observado la venta ilegal de animales, y afirmó que los compradores los iban a matar en un ritual de santería.

Los agentes observaron a un hombre de 72 años que tenía a los animales en cajas dentro de una furgoneta, intercambiando palabras con una cliente dominicana de 37 años. Este hombre vendía las aves previa cita a antiguos clientes, ya que antes tenía una tienda muy conocida en el distrito dedicada a ello. Los agentes encontraron dentro del vehículo una gallina de Guinea, 7 gallinas pollas y dos palomas, que vendía por entre 6 y 10 euros, lo cual está prohibido hacer en vía pública y sin ningún tipo de permiso.

Además de la denuncia por un posible delito de maltrato animal, el individuo también fue denunciado por llevar a las aves en cajas pequeñas y estar el vehículo expuesto al sol. Los animales fueron trasladados al Centro de Protección Animal del Ayuntamiento de Madrid. Aunque el individuo no tenía antecedentes policiales, la responsable de la asociación animalista ya había elaborado un informe hace un año y medio en el que avisaba de que este hombre vendía animales que luego serían utilizados para sacrificios rituales.

Asimismo, la Policía Municipal de Madrid rescató hace dos años a 16 gallos mutilados y maltratados por su dueño criador en el mismo distrito de Usera, para usarlos en peleas de gallos ilegales. Además, la Policía Nacional desarticuló recientemente una organización criminal dedicada a la distribución de cocaína y a la realización de peleas ilegales de gallos, en la que se detuvo a 15 personas por pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas y maltrato animal.

Estos sucesos evidencian la necesidad de proteger y respetar los derechos de los animales, así como de las medidas necesarias para prevenir situaciones de maltrato y comprobar que se cumplen las normas de bienestar animal en la venta y posesión de animales.